Voy a reformar mi casa… ¿por dónde empiezo?
- MOD Arquitectura
- 17 jun
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 jul

Reformar una casa puede ser una experiencia muy ilusionante… o una fuente de estrés si no se empieza bien. Por eso, antes de ponerte manos a la obra, es importante tener claro por dónde empezar y qué pasos seguir para evitar decisiones impulsivas o arrepentimientos más adelante.
Aquí te dejamos una pequeña guía para iniciar tu reforma con buen pie:
1. Piensa cómo vives, no solo cómo se ve
Antes de pensar en estilos, distribuciones o muebles, haz una cosa muy simple: obsérvate.
¿Qué espacios usas más y cuáles apenas pisas?
¿En qué momentos del día necesitas más luz, calma o amplitud?
¿Hay zonas que te incomodan, te agobian o te resultan inútiles?
Una buena reforma nace de entender tu estilo de vida. No se trata solo de estética, sino de funcionalidad.
Ejemplo real: muchas personas quieren una cocina abierta porque "queda bien", pero no se plantean si realmente cocinan mucho o prefieren evitar olores en el salón.
2. Haz una lista realista de necesidades y deseos
Crea una lista con tres columnas:
Problemas que tienes ahora (poca luz, mal aislamiento, falta de almacenaje…)
Necesidades básicas (una habitación más, abrir cocina, renovar baño…)
Deseos “si se puede” (suelo de madera natural, bañera, cocina de revista…)
Esto te ayudará a priorizar cuando lleguen los números y decisiones importantes.
Consejo: No todo lo que te gusta en Pinterest es adecuado para tu casa. Piensa primero en lo funcional.
3. Calcula tu presupuesto… y añade un 15% más
Sí, el presupuesto es clave. Y sí, siempre hay imprevistos. Ya sea por instalaciones ocultas, cambios de última hora o pequeños detalles que suman.
Calcula:
Obra + licencias
Mobiliario y electrodomésticos
Asesoría o diseño si cuentas con profesionales
Margen para imprevistos
Dato útil: Reformar completamente un piso de 70 m² puede costar entre 40.000 y 80.000 €, según calidades y distribución.
4. Busca inspiración… pero de forma estratégica
Guardar fotos sueltas no basta. Observa qué tienen en común los espacios que te gustan: materiales, proporciones, distribución, iluminación… Y trata de aterrizarlos a tu espacio real.
Consejo profesional: guarda imágenes que te hagan decir "yo viviría aquí", no solo "esto se ve bonito".
5. Habla con profesionales desde el principio
Aunque creas que tienes claro lo que quieres, un arquitecto puede darte una mirada más técnica y realista. Además, puede ayudarte a:
Ver posibilidades que tú no contemplabas
Saber qué se puede hacer legalmente
Ahorrar costes evitando errores
Gestionar permisos, tiempos y equipos de obra
No esperes a tenerlo todo decidido. Cuanto antes cuentes con ayuda, más coherente será el proceso.
6. Piensa en el largo plazo, no solo en el ahora
¿Es tu casa para vivir años o para alquilar? ¿Vas a tener hijos? ¿Teletrabajas? Hacer una reforma con visión de futuro puede evitarte más obras en poco tiempo.
Ejemplo real: hay quien quita tabiques para hacer un gran salón y al cabo de dos años necesita una habitación extra para un bebé.
7. El diseño bonito viene después de las buenas decisiones
La decoración y los acabados son la guinda del pastel. Pero no sirven de nada si debajo hay una distribución incómoda, mala ventilación o instalaciones mal resueltas.
Haz primero una base funcional y luego dale estilo. Así sí lucirá.
En resumen:
Empieza por ti, por tu vida cotidiana y tus necesidades reales. Lo demás (materiales, distribución, acabados) vendrá rodado si el punto de partida es claro. Y recuerda: una casa bien reformada no es la más cara ni la más grande, sino la que mejor se adapta a ti.
Comentarios